Baraja: “El equipo lo ha intentado y ha competido hasta el final”
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Carlos Soler y Mikel Oyarzabal son dos futbolistas con muchos puntos en común por talento, proyección y por lo que representan cada uno para sus respectivos equipos. Nacidos en 1997, ambos dieron el salto a la élite irrumpiendo de forma similar y apareciendo rápidamente entre los mejores jóvenes de LaLiga. El ‘txuri-urdin’ lo hizo primero, en 2015, y el valencianista, que jugaba en el VCF Mestalla, todavía recuerda cómo le sorprendió su impacto desde el mismo día de su debut. Más tarde le llegó el turno a él, precisamente en San Sebastián y con Oyarzabal como rival... Carlos y Mikel ‘conectaron’ antes incluso de saberlo. Desde entonces han protagonizado grandes duelos como rivales y fue en la Sub-21, a las órdenes de Celades, donde comenzaron a consolidar su gran relación. Este sábado miden fuerzas en San Sebastián.
Dentro del campo, uno asumía la banda derecha (Carlos Soler) y el otro la banda izquierda (Oyarzabal) de la selección. Lo suyo era un peligro constante en una generación campeona de Europa. Juntos fueron multiplicando su influencia en el equipo, desde ser los más jóvenes de la EURO de 2017 hasta convertirse en piezas clave en la de 2019. La química entre ellos era evidente, juntos fabricaron gran cantidad de goles, y fuera del césped formaban un triángulo de inseparables que completa Fabián, centrocampista del SSC Napoli. El ciclo Sub-21 ya acabó para Soler y para Oyarzabal, pero su vínculo se mantiene intacto a día de hoy y descuentan las horas para verse las caras, esta vez como rivales: son dos jugadores que disfrutan compitiendo en partidos de máxima exigencia, como el que jugarán Valencia CF y Real Sociedad.
Primero lucharán por lograr los tres puntos durante los 90 minutos reglamentarios más el tiempo añadido. Después, como de costumbre, los dos amigos se buscarán en cuanto escuchen el pitido final. Y es que así sucede cada vez que se enfrentan. ¿Por qué? Carlos Soler y Oyarzabal tienen una bonita costumbre, intercambiar las camisetas de juego cada vez que miden fuerzas sobre el césped. El valencianista, de hecho, ya tiene tres camisetas del jugador eibarrés en su casa y viceversa. Primero intercambiaron sus ‘18’, después el valencianista quería tener la camiseta del futbolista de la Real con el ‘10’ a la espalda y este, por supuesto, el ‘8’ que pasó a llevar Soler. Han crecido juntos y hoy son fundamentales en sus equipos. En San Sebastián el duelo está servido entre Soler y Oyarzabal. La admiración mutua parará durante 90 minutos. ¿Intercambiarán después las camisetas?
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