Diego Miralles, un delantero y dos mensajes

Los jugadores de la Residencia del Valencia CF tienen reservado un momento del día que dedican al estudio con el apoyo de los tutores. Por unas horas, aparcan el balón y sacan de la mochila libros y aparatos electrónicos para preparar exámenes o completar los deberes. Comparten dudas e intentan ayudarse mutuamente, llevando al máximo exponente la palabra compañerismo. Antes de salir a entrenar, los canteranos completan las tareas de las diferentes asignaturas, cuestión que tienen absolutamente interiorizada en la planificación de su día a día entre semana. Sin embargo, la tarde del martes del 19 de octubre tenía guardada para Diego Miralles, delantero del Fundación Cadete, una sorpresa que jamás va a poder olvidar.

Durante la hora que tienen reservada para el estudio los jugadores de Residencia, el delantero ilicitano de 15 años recibió un mensaje que le notificaba su primera convocatoria con las categorías inferiores de la Selección española. David Gordo le había incluido en la lista de la Sub-15 para concentrarse del 25 al 28 de octubre en Alfaz del Pi. Su reacción no tiene desperdicio, aunque, más bien, no sabía cómo hacerlo.

Un grito de emoción

“Tenía el móvil al lado y de repente me llegó un mensaje que me decía que había sido convocado. Pegué como un grito y se quedaron todos mirando. Me preguntaron que qué pasaba y les conté la noticia. Me aplaudieron todos y también vino un tutor a darme la enhorabuena. Estaba muy contento”, explicó Miralles en VCF Media Radio.

A partir de ese momento la hora de estudio se paralizó para Diego: “Nada más recibir el mensaje llamé a mi padre y a mi madre. Están muy orgullosos. Mi primo trabaja con mi padre, los llamé y estaban los dos. Empezaron a chillar y me dijeron que me lo merecía, pero que no significaba nada. Que tenía que seguir trabajando día a día y que esto es un comienzo”.

Constancia y trabajo

Pese a la alegría y al “orgullo” que supone para el ariete la llamada de la Selección, Diego es consciente de que la clave está en la constancia. “Esta convocatoria es un comienzo de una nueva etapa. Esto no significa nada, al revés. Significa que mi trabajo es bueno, pero ahora hay que ser constante y seguir trabajando”, afirma el delantero del Fundación Cadete, que acumula 6 tantos en los primeros 8 partidos del grupo II de Liga Autonómica Cadete.

En el momento en el que recibió el mensaje con la convocatoria, Diego Miralles no pudo volver a concentrarse, pero se buscó otro momento para continuar con el estudio. “Tenía examen al día siguiente y ese día tuve que estudiar por la noche porque en el tiempo de estudio no pude estudiar de la emoción”, asegura el ilicitano, conocedor del que reza a la entrada de la Ciutat Esportiva de Paterna: ‘Educamos personas, formamos futbolistas’.

En esa línea, el delantero del Fundación Cadete puso en valor en VCF Media el plano académico, el cual tiene claro que debe convivir con el fútbol. “Para llegar a ser una gran persona y un gran jugador hay que esforzarse día a día, no cuando tú quieras. Aparte de esforzarse en los entrenamientos, también hay que esforzarse por ejemplo en los estudios. Hay que tener un plan B por si no llegas a ser profesional. Si solo te centras en el fútbol y no te va bien o tienes una lesión… “, asegura Miralles.

En la Residencia

Diego crece en la Academia VCF lejos de sus padres. El delantero llegó procedente de Elche y forma parte de la Residencia, a la que considera una familia: “Cuando llegué extrañaba mucho a mi familia en ratos puntuales. Para todos los que estamos en la Residencia, la concebimos como nuestra segunda familia, pasamos mucho tiempo juntos. Nos tratamos como una familia. Los juveniles son como los hermanos mayores y los tutores como nuestros padres”.

El buen inicio del equipo

En la entrevista en VCF Media Radio, Miralles también tuvo tiempo para hablar de este comienzo de temporada: “Ha sido un gran comienzo de temporada para mí. Es verdad que los primeros dos partidos no metí gol, pero luego ya metí un hat trick y mi autoestima subió. A partir de ahí he empezado a marcar goles y a trabajar bien”.

En clave colectiva, el Fundación Cadete se encuentra en la lucha por la primera plaza del campeonato. Según el delantero, la gran virtud del equipo es que son “un grupo muy unido”. “Es muy importante el conocernos todos y ser amigos todos entre todos, sin que haya grupitos. Esto nos motiva a seguir trabajando y a luchar por el primer puesto que estamos luchando. No importa que juguemos contra gente más mayor, todos somos iguales”, añade.

La llegada a la Academia VCF

No obstante, el mensaje de la Selección Sub-15 no fue el primero que sorprendió a Diego Miralles. Cuando era jugador del Kelme, el delantero realizó algún entrenamiento de los de captación de la Academia VCF, con la ilusión de poder jugar algún día en la entidad de Mestalla. El móvil volvió a ser su aliado, esta vez durante el confinamiento de la primavera de 2020 por la COVID-19.

“Un día estaba en mi casa entrenando telemáticamente con el Kelme y le llegó a mi padre un mensaje del coordinador del Kelme, de Ramón, y me decía que el Valencia estaba interesado en mí. Yo el contrato con el Valencia lo firmé en la pandemia. Me paré unos minutos y luego seguí entrenando para disimular. Fue increíble”. Así explicaba Miralles, con una sonrisa en la boca, cómo se fraguó su llegada a la Academia VCF.

Un club, el Valencia CF, del que habla maravillas el delantero. “Este club trabaja día a día. Aunque haya una derrota no nos damos por vencidos. La constancia es clave, aunque te haya pasado algo malo o hayas hecho un mal partido, tienes que seguir”.

Diego Miralles, un delantero, dos mensajes y la ilusión de seguir luchando por sus sueños