Miguel Ángel Bossio y Maxi Gómez mantuvieron un encuentro emotivo en presencia de VCF MEDIA. Maxi nunca vio jugar a su compatriota y es que este llegó al Valencia CF en 1986, diez años antes de su nacimiento. Pese a la diferencia de edad, ambos tienen mucho en común y las primeras palabras para el nuevo fichaje fueron alentadoras: “No te equivocás”. El mítico centrocampista uruguayo no podía estar más satisfecho con la llegada del atacante. Ambos mantuvieron una conversación sobre el valencianismo, hablaron de lo que supone jugar en este club y el embajador del club le dio los primeros consejos al nuevo jugador del Valencia CF. “Aquí hay un público que en el momento en que vea que te brindás tienes un apoyo impresionante. Vas a jugar en un club que te va a exigir y la afición te va a exigir”, explicó Bossio a Maxi. Ambos se fundieron en un abrazo y coincidieron en que “a nosotros nos sale la garra de dentro”. Tras este encuentro, Bossio comentaba con VCF MEDIA sus primeras sensaciones sobre Maxi Gómez.
¿Qué impresión te ha dado Maxi Gómez?
Ha sido grata porque tenía ganas de hablar con él para ver el grado de implicación que tenía y la verdad que no solo a nivel de él sino también a nivel familiar porque está con sus hermanos aquí. Maxi estaba encantado de la vida, se le veía en los ojitos que estaba deseando que se cerrase todo cuanto antes y fichar por el Valencia CF.
¿Lo conocías personalmente?
No, lo que pasa que yo hablaba con Eduardo Acevedo, un compañero que yo tuve en la selección, que lo entrenó en Defensor Sporting y corroboró la tranquilidad y las ganas de este chico, que sigue siendo un jugador joven que tiene que aprender mucho pero que su expectativa es la de seguir creciendo aquí como futbolista.
¿Qué informes te daba Eduardo Acevedo?
Es ese jugador que no ha jugado en Montevideo, no ha pasado por un equipo grande. Maxi es descubierto en las divisiones inferiores de un equipo de su tierra, Paysandú, a 450 kilómetros de Montevideo y es llevado a la capital a ver cómo se desarrolla. No pasa por selecciones juveniles de Uruguay pero se forja un camino y posteriormente el Celta de Vigo estuvo muy atento y lo trajo a LaLiga.
El Valencia CF ha fichado un futbolista con personalidad y carácter ganador.
Es una de las cosas que le he dicho. Lo primero que tiene que hacer es seguir trabajando con humildad y no creerse que es un jugador importante porque tiene mucho por hacer todavía. Cuando yo llegué aquí había sido campeón de América con la selección absoluta, campeón de la Libertadores, había jugado un Mundial, había sido campeón de clubes con Peñarol… Sin embargo, lo primero que hice fue adaptarme a mis nuevos compañeros y eso fue lo que más me ayudó. Ese es el proceso que él tiene por delante, viene a une quipo con un puesto muy alto y con humildad tiene que ganarse su terreno. A partir de ahí él debe trabajar, aprender y aportar. Eso es fundamental.
¿Cómo crees que va a encajar en el Valencia CF?
Lo primero que tiene que hacer es convencer al entrenador de que tiene que ser titular, eso es la labor de cada jugador cada fin de semana, cada entrenamiento. Le tienes que demostrar que te tiene que poner. ¿Por qué? Porque trabajas en los entrenamientos, soy efectivo… Luego el entrenador decide en ir poco a poco esa posibilidad a los jugadores pero su objetivo es decirle a Marcelino ‘aquí estoy yo, estas son mis posibilidades y quiero comerme el mundo’ como hacen la mayoría de los jugadores en cualquier equipo. Es ser competitivo y luego tener paciencia porque el año la temporada fue muy larga gracias a la cosecha del día a día.
Tiene 22 años pero tras un poso y una experiencia, tanto en su país como en LaLiga. Dicen que el roce con el central uruguayo es como graduarse en Harvard.
Esta es otra de las conversaciones que hemos tenido, hablando con él y con sus hermanos coincidimos en que ya viene con una madurez. ¿Cómo es que salen tantos jugadores de Uruguay siendo tan pocos habitantes? Muchas veces la gente se lo pregunta. El tema está en que aquí cuando se habla de un cadete o un juvenil hay dos años de salto y una diferencia tremenda de edad y crecimiento, la ventaja de Uruguay es que con dieciséis o diecisiete años ya estás jugando con gente mayor, con gente que tiene ya competiciones encima. Esa madurez se acelera muchísimo. A veces hablas de un jugador de diecinueve años de Europa y otro de Sudamérica y el de Sudamérica ya lleva tiempo jugando en primera división. El jugador sudamericano, por necesidad, por carencia o por lo que sea, tiene una necesidad muy pronta de madurar. Es otra dimensión.