A Rubén Sobrino le estaban tratando los fisioterapeutas, cuando recibió un WhatsApp: “Hermanito, nos vemos en Las Gaunas”. El sorteo de Copa acababa de emparejar al Valencia CF con la UD Logroñés y el primer mensaje que recibió fue el de Andy, actual futbolista del conjunto riojano, a quien el valencianista considera “uno más de mi familia”.
Esta noche se reencontrarán con una plaza en juego para los octavos de final de la Copa, solo uno conseguirá la clasificación, pero seguirán manteniendo la gran amistad que comenzaron a fraguar en la cantera del Real Madrid y fortalecieron conviviendo en su etapa en la SD Ponferradina. Allí se reencontraron los dos la temporada 2014.15 para jugar en Segunda División. “Pasábamos todo el día juntos, comíamos, cenábamos, salíamos a pasear, jugábamos a la Play, al acabar la temporada nos fuimos juntos de vacaciones a Portugal”, recuerda el valencianista, que para esta noche ya tiene comprometida su camiseta: “nos la cambiaremos, pasamos muchos momentos juntos y siempre nos deseamos lo mejor”.
Aquel año, previo a que Sobrino fuera fichado por el Manchester City, la Ponferradina se quedó a un solo punto de disputar la promoción de ascenso a Primera y fue un curso en el que los dos sobresalieron. Uno de los secretos fue la importancia que le dieron a la alimentación: “Andy había hecho un curso y comenzamos a implementarlo con una dieta para profesionales del deporte, tan importante en la élite”.
A la temporada siguiente se enfrentaron en la última jornada del campeonato, con Sobrino como jugador del Girona FC, duelo que ganó el actual futbolista del Valencia CF. “Es un mediocentro que tiene mucho gol, como ya ha demostrado en esta Copa. En la Ponferradina era el capitán y el ídolo del equipo, ahora también está siendo un jugador importante en la UD Logroñés y siempre le desearé lo mejor”, señala Rubén a VCF MEDIA, contra el que esta noche se disputará una plaza para la siguiente eliminatoria en la Copa.