Tal día como hoy, el 5 de mayo de 2002, el Valencia CF se proclamaba campeón de LaLiga. El primer título valencianista de este siglo cumple dieciocho años este martes y la mayoría de edad no podría sentarle mejor. Y es que la perspectiva del tiempo no ha hecho más que confirmar esta etapa como una de las más gloriosas en la historia del club. En La Rosaleda de Málaga, ante más de 3.000 aficionados valencianistas que se dieron cita en las gradas (muchos viajaron sin entrada), el conjunto dirigido entonces por Rafa Benítez conquistaba su quinto título de LaLiga gracias a una victoria fundamentada en los goles de Ayala (aquella imagen pidiendo calma quedó para la historia) y Fabio Aurelio. La fuerza del bloque se impuso para ganar 31 años después de aquella tarde mítica de Sarriá con Di Stéfano en el banquillo un título que durante años había parecido inaccesible.
Desde el triunfo en la primera jornada contra el Real Madrid hasta la celebración del título pasada por agua y los resbalones de jugadores como Ayala, con las consiguientes carcajadas en el túnel de vestuarios... La temporada estuvo plagada de momentos emocionantes y que se han convertido en parte de la mística valencianista. Los momentos más difíciles, que los hubo, la heroica remontada de Montjuic, el pulso hasta el final con un Real Madrid plagado de estrellas, el acelerón definitivo las últimas ocho jornadas de campeonato, la explosión de júbilo en aquella noche contra el RCD Espanyol en la que Mestalla saboreó el título y que fue la antesala del asalto definitivo en Málaga… El equipo supo sobreponerse a todas las dificultades compitiendo a base de personalidad, siempre con autoridad y eficacia, y consiguió levantar la copa.
El Valencia CF y su afición demostraron en 2002 su grandeza renovando su ilusión y rearmándose tras la final de Champions perdida en Milán ante el FC Bayern. El momento más difícil solo era el principio de una etapa triunfal. Y es que aquel equipo que ya venía dando muestras de éxito con la consecución de la Copa de 1999 y las dos finales continentales se convirtió en una máquina perfecta, que aplastaba por solidez e ilusión. LaLiga 2001-02 dio pie a la irrupción de jugadores icónicos como Baraja, que fue protagonista en los momentos decisivos, supuso la consolidación de Aimar, superó cualquier expectativa en torno a la figura de Rafa Benítez, que tomaba el testigo de Héctor Cúper, y propició la llegada de jugadores como Curro Torres, Mista, Rufete o Gonzalo de los Santos, jugadores que ayudaron a consolidar un Valencia CF campeón.